La vida en Mexicali, Baja California, le había ofrecido algunas oportunidades laborales a Germán Flores, quien se desempeñaba como auxiliar en una empresa de transporte, con una vida tranquila y estable, pero aún con mucho futuro por delante.

Fue hace más de 20 años cuando en esa empresa lanzaron una convocatoria para quienes quisieran aprender a manejar tractocamión, y Germán se animó. Pidió una oportunidad y se la dieron. 

Hizo las pruebas, las pasó y empezó a aprender. Lo curioso del caso es que era bastante bueno con el volante y eso le permitió ganarse su propio lugar como operador de esa empresa de transporte. 

Durante su estancia en esa empresa se llevaba a sus hijos a los viajes y ellos eran felices, pues también les gustaba el tracto, además, claro, de acompañar a su papá a distintas ciudades. 

Estuvo ahí el tiempo necesario y después se cambió a Santoyo, también en Mexicali, para hacer principalmente cruces entre México y Estados Unidos.

Cuando sus hijos tuvieron la edad suficiente le pidieron a su padre que les enseñara a manejar, y Germán, gustoso, lo hizo, pues prefería ser él quien les enseñara, para que aprendieran bien. 

En la actualidad, sus dos hijos ahora son sus colegas y también compañeros de trabajo, pues también laboran en Santoyo.

A este operador de Mexicali lo apodan “El Speedy”, por aquella vieja caricatura de Speedy González, un ratón que a todos lados iba corriendo, igual que Germán.

Lo que más le gusta de su trabajo es el propio vehículo, pues se ha convertido en su segunda casa, de tal manera que procura tenerlo siempre limpio y presentable, no sólo por el trabajo, sino por ser el lugar que habita y también su lugar de trabajo. 

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Pero también disfruta los viajes, las ciudades, los destinos, los paisajes y todo eso que nunca deja de aprender, pues a pesar de contar con más de 20 años de experiencia, nunca se ha sentido totalmente satisfecho y mucho menos sobrado en confianza. 

En sentido contrario, lo más difícil de su trabajo, al ser de cruce, son las horas muertas, pues la ha tocado estar detenido hasta más de seis horas en las aduanas cuando se cae el sistema, y esto pasa en cualquier empresa de transporte.

Por último, este operador de Mexicali recomienda a los jóvenes estar atentos en todo momento, que no ingieran sustancias prohibidas y que ponderen siempre su seguridad y la de los demás. 

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