China se ha convertido en el mayor exportador de vehículos del mundo y México es uno de sus principales destinos. Más de 100 modelos se ofrecen en el país en diferentes formatos de negocio, pero la presión del Presidente estadounidense Donald Trump podría cambiar este panorama.

Lo anterior lo aseguró Eric Ramírez, director regional Latam de Urban Science, durante el Segundo Taller de Medios de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

“Desde enero, el enemigo número uno de Trump es China y presiona a los gobiernos para revisar sus barreras de entrada, las cuales pueden ser los aranceles, cuota de tercer país, manufactura local, software y cámaras”, explicó. 

Para Ramírez, la estrategia de algunas marcas chinas de no reportar sus datos también podría ser un elemento para frenar su presencia en México, ya que esto incomoda a varias asociaciones automotrices.

La expansión de los autos chinos 

La participación acumulada de los autos chinos en México es de 8.2% en el primer semestre del año, de acuerdo cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pero si se agregan las cifras extraoficiales de las marcas que no reportan, el porcentaje se elevaría a 50, estimó Eric Ramirez.

Por ejemplo, Urban Science calcula que las ventas de BYD en el primer semestre sumaron 35,000 unidades; las de Chirey, que desde mayo dejó de reportar en el Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL), fueron de 10,000, y las de Geely de 6,000.

De enero a junio se comercializaron 58,058 autos chinos en México, 9.5% más que en el mismo periodo de 2024.

Ventas de autos chinos en México. Foto: AMDA.

Esto sin contar que cerca del 32% de vehículos importados provienen de China, pero bajo el nombre de grandes marcas como Ford, General Motors y Stellantis. 

Esta expansión de autos chinos, refirió Eric Ramírez, podría tener otro efecto negativo: una hiperoferta en el mercado mexicano que afectaría a las distribuidoras y al cliente final.

“La venta de autos chinos tiene que optimizarse porque sino el efecto será una hiperoferta, un exceso de portafolio que provocará un sobreinventariado en la red de distribución y eso cuesta dinero”, detalló.

Agregó que el distribuidor, en su urgencia de desplazar los inventarios de autos, los venderá a bajo costo, por lo que el valor de los seminuevos se perderá.

La opacidad ante el Inegi 

Además del contexto arancelario que afecta a las marcas chinas a nivel mundial, en México hay una inquietud que desde hace meses han externado representantes de las organizaciones automotrices: la transparencia en los datos.

La Industria Nacional de Autopartes (INA), la AMDA y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) hicieron un llamado el mes pasado al gobierno para que, a través de una norma oficial, se obligue a todas las empresas del ramo a reportar sus datos, en especial las de origen chino. 

Las organizaciones coincidieron en que la opacidad de algunas armadoras pone en riesgo la veracidad de los datos reportados mensualmente en el Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros y el correspondiente a vehículos pesados.

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Sobre este tema, Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA, reiteró que no hay justificación para que las marcas que operan en México no reporten datos ante el Inegi.

“Estamos insistiendo en la necesidad de que haya transparencia en la información de lo que se vende en nuestro país, no hay una norma oficial mexicana, ni una regla, pero debe haber una corresponsabilidad con la transparencia para contribuir al desarrollo del mercado mexicano”,  insistió al ser cuestionado sobre la inacción desde la Secretaría de Economía. 

Eric Ramirez, de Urban Science, coincidió: “Claro que tiene que haber una regulación, claro que el gobierno tiene que obligar a que cualquier empresa que se atreva a vender un auto en México debe reportar oficialmente sus datos”.

Hasta el momento no hay una norma que obligue a las marcas de autos a reportar sus datos ante el Inegi, pero las 22 automotrices y empresas de autopartes afiliadas a la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), así como 6 compañías no afiliadas, informan cada mes cifras de ventas, producción y exportación de unidades vehiculares nuevas, sin especificar valores monetarios.

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